16.01.2022 – Mogón – Villanueva del arzobispo – Villacarrillo

Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu
Isa 62:1-5, Salmo 95, 1Cor 12:4-11, Juan 2:1-11
Estamos todavía en el periodo del sínodo que tiene un tema muy importante: caminar juntos. ¿Pero por que necesitamos caminar juntos? ¿La salvación ya no es personal? Pues san Pablo en la segunda lectura de hoy nos da algo para reflexionar. Escribía el apóstol: “Hermanos: Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.” Luego si leemos este capitulo 12 de la primera carta de san pablo a los corintios va utilizar el cuerpo y sus diversos miembros para explicar lo que pretende enseñar: las manos, cabeza, oídos, ojos, boca, piernas etc. Todos tienen sus diferentes funciones dentro del mismo cuerpo – ningún es mas o menos importantes y no se queja entre sí sobre tareas que hay para hacer.
También el evangelio de San Juan describe el primer signo (milagro) de Jesús en la boda en cana de Galilea. Es una lectura muy conocida. Pero podemos fijarnos en los diferentes actores y sus diferentes tareas. Ya que todos sabemos que para una ceremonia (un banquete) de boda tener éxito hacer falta muchas preparaciones y personajes – y en el día de boda también es importante que cada persona hacer muy bien su tarea. Pues, en esta lectura tenemos diferentes personajes con sus tareas también. Pero tenemos dos mas – María la madre de Jesús and su hijo Jesús. Aunque son simplemente invitados al banquete no dejar de actuar según sus dones que tienen. María tiene un don de estar atento y de preocupar por el bien estar de los demás y por supuesto Jesús tiene un don de milagro. “No tienen vino” decía María a Jesús. Y se encarga de anima a los sirvientes “Haced lo que él os diga.” Y Jesús les mando a llenar las tinajas de agua y después sacarlo y llevarlo al mayordomo. Y ellos se comprometer a hacerlo exactamente.
¿Hermanos en Cristo, Jesús pudiera hacer este milagro sin María le llamar la atención de que de tenia vino? ¿O sin los sirvientes llenar las tinajas de agua? Es decir, que cada persona tiene algo que aportar para el bien común. Nadie puede sobrevivir solo y nadie puede hacerlo todo sin la colaboración de los demás. Este mensaje es precisamente el mensaje del sínodo – que, para tener una fe viva y activa, una Iglesia viva y activa, una comunidad viva y activa necesitamos empezar de caminar juntos con cada persona poniendo en la mesa su don y carisma.
Estamos invitados entonces, hermanos en cristo de poner nuestros dones, talentos, carismas que vienen de Espíritu Santo a los servicios de los demás y especialmente de la Iglesia como comunidad. Y así por boca del profeta Isaías el Señor nos llamarán como su “predilecto, predilecta” y se alegre de nosotros. ¡Que el Espíritu Santo nos guie y ayudé siempre!