7 de octubre, 2021

Tú eres el honor de nuestro pueblo
Gen 3: 9-15.20, Jdt 13, Gal 4:4-7, Lucas 1:39-47
Buenos días y feliz fiesta,
Hoy estamos de fiesta. Hoy el pueblo de Villacarrillo esta de Fiesta de su Patrona – Nuestra Señora La Virgen del Rosario. Damos gracias a Dios por esta oportunidad de celebrar otra vez y un año mas esta Fiesta en honor de nuestro Patrona. Hemos vivido en estos últimos años los tiempos difíciles marcado por la pandemia que ha dejado muchas personas con tristeza de corazón por la perdida inesperada de sus seres queridos y muchas personas sin recursos económicos suficiente para vivir y otras con paros, desesperación y enfermos. Pero gracias a Dios y la intercesión incesante de Nuestra Patrona, casi hemos sobrevivido estos tiempos de turbulencia y estamos viendo la luz al final del túnel oscuro. Esto es a su vez mucha razón para dar gracias a Dios y festeje con Nuestra Señora es su fiesta. Tenemos presente en esta celebración todas aquellas personas que no pueden participar en esta fiesta por razones de enfermedad y muerto – Que el Señor cure a los enfermos y eterno descanso a nuestros seres queridos por la intercesión de la Virgen del Rosario.
Celebrando esta fiesta como comunidad parroquial y pueblo nos da otra oportunidad de meditar de nuevo en la persona de la Virgen del Rosario y su papel en nuestras vidas. Las lecturas de hoy pueden ayudarnos a enfocar en la persona y el papel de la Virgen. El salmista de hoy es una canción de alabanza de Ozias a Judit después de que ella guiada por Dios cortar la cabeza de los enemigos de los Israelitas: “Hija, que el Dios altísimo te bendiga entre todas las mujeres de la tierra. Tú eres el honor de nuestro pueblo.” Judit es una de las prefiguraciones de la Virgen Santísima en el antiguo testamento. A través de sus intercesiones ella siempre lucha por la protección de sus hijos. Desde que el mismo Jesús en la cruz nos dio como nuestra madre, ella desempeñar este papel de protectora de sus hijos. Y nosotros somos mas afortunados de tenerla como patrona. Ella es el nueva Judit que lucha para su pueblo. Los que rezan el Santo rosario y de allí obtengan sus gracias son testimonios de este papel de nuestra madre.
La primera lectura del libro de Génesis es uno de las lecturas muy conocido en la biblia. Hablamos del primer pecado y sus consecuencias. Cuando el Señor pregunta a Eva que ha hecho ella respondió: “La serpiente me sedujo y comí” Entonces el Señor dijo a la serpiente: “Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo…” en este relato y también en toda la tradición bíblica la serpiente es la imagen del diablo (Satanás). A continuación, el Señor dijo al diablo: “Pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón.” Este relato se llama el “proto-evangelium” – es decir el primer anuncio del evangelio de salvación. La descendencia de la mujer aquí el Jesús. ¿Y como viene esta descendencia de la Mujer? Por supuesto por la Virgen María. Esta descendencia efectivamente aplastó la cabeza de serpiente (Satanás) en la cruz. En la cruz el poder de Satanás sobre la humanidad fue conquistada definitivamente. Por eso rezamos en plegaria eucaristía IV así:
“A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote solo a ti, su Creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte,
sino que, compadecido, tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.”
María y Jesucristo son en el nuevo testamento el nuevo Adán y Eva. Es precisamente lo que San Pablo confirmó en la segunda lectura de hoy: “cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer … para que todos recibiéramos la adopción filial” y de nuevo podemos clama llenos de Espíritu Santo: ¡“Abba”, Padre!
En el evangelio cuando la Virgen María visita a su prima Isabel, ella llenos del Espíritu Santo, levantando la voz, exclamo: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá”
Esta frase “Bendita tú entre las mujeres” que hemos visto ya en Judit y ahora en el evangelio se pone en contraposición bíblica con el “maldita tú entre todo el ganado” de serpiente en el relato del Génesis 3. Es decir, que, desde la creación del mundo, desde el principio, María la Virgen del Rosario es “Bendita” no solamente entre las mujeres, pero también entre todos los hombres.
Como dice la historia, la advocación de la Virgen del Rosario fue instituida como fiesta por el Papa San Pío V en el día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla naval de Lepanto (1571), victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del Rosario. Así que la celebración de la Virgen del Rosario una vez que hemos contemplado su personaje y papel en la historia de la salvación es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del su Hijo, nuestro Señor. Y eso se hace a través de rezar el rosario.
Celebrando esta Fiesta en su Honor es una invitación de ser fieles a Nuestra Patrona a través de rezar el Santo Rosario. Que nunca falta de oración de Santo Rosario en cada familia de este pueblo. Que no olvidemos de enseñar a los pequeños y los jóvenes el valor del Santo Rosario que contiene en si mismo los misterios de nuestro Señor. Que nunca falta de colocar el rosario en nuestras casas, coches, campos y oficinas. Porque a través del Santo Rosario, La Bendita Virgen María sigue ayudándonos y protegiéndonos bajo su manto.
Que la Virgen del Rosario, reina, patrona y protectora de nuestro pueblo en este día de su fiesta nos ayuda a ser fieles a su Hijo Jesucristo, para que meditando sus misterios (gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos) a través del Santo Rosario podamos alcanzar los bienes y gracias que nos falten para la salud, paz y bienestar de nuestro pueblo.
“Tú eres el honor de nuestro pueblo”
¡Viva la Virgen del Rosario!
¡Viva Villacarrillo!