03.03.2024 – Villanueva del Arzobispo – Iznatoraf (Jaén)

Destruid este templo, y en tres días lo levantare
Éxodo 20,1-17; Salmo 18,8-11; 1Cor 1,22-25; Juan 2,13-25
Estamos ya en el tercer domingo de cuaresma. En el Evangelio de hoy, el evangelista San Juan narra el encuentro de Jesús con aquellos que profanan el Santuario de Dios.
La dramática limpieza del templo por parte de Jesús fue vista por sus discípulos como un signo profético de la obra de Dios para purificar y restaurar el verdadero culto y la santidad entre su pueblo. El templo se entendía como la morada de Dios entre su pueblo. Cuando Dios liberó a su pueblo de la esclavitud en Egipto, lo llevó a salvo a través del Mar Rojo, y lo condujo al Monte Sinaí, donde hizo un pacto con él y le dio una nueva forma de vivir en la bondad moral y la santidad encarnada en los Diez Mandamientos (Éxodo 20:1-17). Dios también dio a Moisés instrucciones sobre cómo su pueblo debía adorarle en santidad y les indicó que hicieran un Tabernáculo, que también se denominaba “tienda de reunión”, donde el pueblo se reunía para ofrecer sacrificios y adorar a Dios. La tienda de reunión fue sustituida posteriormente por la construcción del templo de Jerusalén. Las Escrituras del Nuevo Testamento nos dicen que éstas “sirven como copia y sombra del santuario celestial,” el verdadero Templo de Dios en el cielo (Hebreos 8:5). La limpieza del templo por parte de Jesús es también un signo profético de lo que quiere hacer con cada uno de nosotros. Siempre busca limpiarnos de nuestros caminos pecaminosos para convertirnos en templos vivos de su Espíritu Santo (1Corintios 6:19). Dios desea que seamos santos como él es santo.
Hoy se nos recuerda la importancia de la verdadera adoración. Adorar significa reconocer la trascendencia de Dios, y su reclamo sobre nosotros como nuestro creador, y responder adecuadamente. Para adorar en espíritu y en verdad, debemos preparar nuestros corazones y mentes siendo fieles a la relación de alianza (guardando los mandamientos) y buscando la sabiduría de Dios, que es la sabiduría de la cruz. Tenemos que dejar que Jesús nos limpie, como limpió el Templo, dejar atrás nuestros pecados y simplificar nuestras vidas, deshaciéndonos de cualquier desorden innecesario. Entonces podremos entrar en el nuevo Templo, que es Jesús mismo, orando en él y por él.
Hoy estamos invitados a no mantenernos indiferentes ante el mal, especialmente en la casa de Dios, en nuestras propias casas, hogares, oficinas o en cualquier lugar. Además, no debemos permitir que nuestro interés personal destruya la santidad y la unidad de nuestra Iglesia, familia, o pueblo. La iglesia es la casa de Dios y un lugar de culto y adoración. Debemos santificarla y respetarla. Una vez entramos en un templo, un santuario es importante recordar donde estemos y porque estamos aquí. Muchas veces hemos visto gente que continúan sus conversaciones de afuera hasta dentro de una Iglesia. A veces entran en una Iglesia como si fuera un sitio cualquiera. Es un lugar sagrado y no debemos profanarlo. El silencio del lugar sagrado nos ayuda a nosotros y a los demás para reflexionar interiormente.
Es importante también, redescubrir el sentido del DOMINGO. La ley del Señor no ha cambiado. “Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios.” Como cristianos es importante recordar que no podemos santificar el Domingo – día del Señor sin asistir a la Misa, el encuentro eucarístico, escuchando la palabra del Señor, asistiendo a la reunión de todos los hijos de Dios y compartiendo la mesa eucarística. Además, es un día de oración, generosidad y solidaridad. Es un mandamiento del Señor y no es cuestión de cuando nos conviene o cuando nos apetece. Y el Salmista de hoy canta: “los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.” Aunque lo que predicamos cada día sea escandalo y necedad por los hombres decía San Pablo, pero para nosotros los llamados, los creyentes, los cristianos, los hijos de Dios, el Cristo Crucificado – el Mesías es fuerza y sabiduría de Dios.